Las sandías que sembré
este año fueron en un rincón a la sombra del peral, evitando la exposición dura al sol de los días de verano. Con ello quiero conseguir que la tierra mantenga mas tiempo la humedad ya que la sombra del árbol retrasa la evaporación. La mata de sandía crece arrastrándose a través del suelo y trepando por los obstáculos que encuentra buscando sol y luz y extendiéndose por el terreno. Puede trepar y sujetarse a tutores o incluso subir a través de muros o zonas valladas. Las flores comienzan a convertirse en sandías y poco a poco van engordando.
Comparten bancal con las calabazas, que crecen más rápido y con un tamaño más grande de hojas tienden a ocupar el espacio tapando las sandías que buscan su espacio.
Es una planta propensa al oídio, ya que las condiciones de humedad que se crean durante el riego acompañados de el fuerte calor seco de estos días hacen un caldo de cultivo propicio para los hongos.
lunes, 24 de junio de 2019
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Van muy bonitas. Un beso.
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