A finales de septiembre sembré en una tabla o trozo de tierra que recibe sol todo el día. La tierra húmeda hizo que germinaran rápidamente, los días de sol hacen que crezcan y las lluvias que mantienen la tierra húmeda hace que sigan creciendo sin necesidad de riegos.
Permanecerán hasta el verano lo que nos permitirá ir cogiendo acelgas todo el tiempo.
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