Por ello junto a las patatas han germinado miles de hierbas, tanto de invierno como ortigas
como las de verano.
Competirán por los nutrientes junto a las patatas, pero sobretodo absorberán
rápidamente la humedad de la tierra y
forzarán a tener que realizar más riegos
y gastar más agua.
El crecimiento de las hierbas es muy rápido y en pocas
semanas serán más altas que las patatas, cubriéndolas y quitándoles luz y
ventilación. Lo que aumentará la probabilidad de enfermedades. Pero sobretodo se traducirá en unos bulbos de patata más
pequeños.
Por ello antes de que se descontrole hay que escardar la
tierra. Se trata de romper la primera capa de la tierra con una azada pequeña,
sin profundizar, solo los primeros centímetros,
sin arrastrar la tierra ni moverla de su lugar. Con ello se dejan todas las
hierbas cortadas con sus raíces sueltas que en pocas horas morirán.
Esta tierra suelta hace el efecto de acolchado y consigue
mantener mucho más tiempo la humedad por debajo de ella, también impide que salgan nuevas hierbas.
Este efecto durará hasta que llueva o hasta que se riegue,
ya que esta tierra suelta se volverá a integrar de nuevo al campo.
Tus trabajos siempre son muy interesantes, Kisi.
ResponderEliminarMil besos!