Siempre he considerado febrero como la frontera que separa el
invierno de la primavera. El invierno
los días son muy cortos pero se compensa por que la velocidad de crecimiento de
los cultivos es muy lenta, hay menos hierbas y casi no hace falta regar. A
partir de marzo ya será un no parar.
Pero eso no significa que en enero y febrero la huerta esté
parada. Tal vez en lugares donde nieve mucho o las temperaturas estén muy por
debajo de los 0ºC la actividad de la huerta casi se pare, pero aquí con el
clima mediterráneo, con ausencia de heladas y
con una gran mayoría de días soleados. La actividad estos meses no tiene
porqué parar.
Hay que terminar de podar los arboles que quedan, algunos de ellos como almendros o
albaricoqueros serán los primeros en despertar. Aprovecharemos para abonarlos
Este mes hay que cortar las cañas de rio, servirán para
tutores de judías y tomateras en verano.
Es tiempo de comenzar a podar rosales y colocar malla
antihierbas.
Hay que estar pendiente del semillero, mantener la humedad
en su sustrato y ventilar abriéndolo en las horas centrales del día cuando el
sol calienta la tierra.
Es tiempo de seguir trasplantando las lechugas y sembrar zanahorias,
acelgas y guisantes.
Es momento de plantar fresas y espárragos.
Hay que escardar los ajos para evitar que las hierbas que
salen crezcan y terminen por invadir el terreno y tapar los ajos en los
siguientes meses.
Es mes para recolectar coles, coliflores, repollos pero
sobre todo habas y alcachofas. También
cogeremos las primeras cebollitas tiernas asi como ajetes.
Pero sobretodo es un mes para planificar lo que será la
huerta de verano, ir pensando donde sembraremos las judías y el garrofón y que
bancal ocuparan las tomateras, pimientos, calabacines y todo aquello que nos gustaría
tener. De pensar como asociaremos los cultivos
y como aprovecharemos el espacio del que disponemos.
Es el momento de
mirar atrás y volver a leer lo que falló el último verano y aquello que dijimos que no nos volvería a pasar.
Es el momento de planificar la huerta de verano.
Un reportaje estupendo. Cuánto trabajo por hacer aunque luego la recompensa es grande. Un abrazo.
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