La temporada de berenjenas está siendo muy buena. Tan solo tengo 2 matas
pero están produciendo durante todo el verano las suficientes berenjenas para
el consumo familiar y para poder regalar a los vecinos.
Este año se han hecho especialmente grandes y altas, tan altas que parecen 2
pequeños arbolitos. Es cierto que no le he quitado ningún brote ni he realizado
ninguna poda, pero no creo que haya sido necesario.
El secreto de que este año sea mucho mejor que los años anteriores es
consecuencia de varias cosas.
La tierra se abonó con estiércol hace un año y a principios de temporada se
volteó y preparó dejándola suelita y mullida.
El lugar ha recibido sol prácticamente unas 13h durante el verano y las
berenjenas son un cultivo que no tiene problemas ni con la exposición directa
al sol ni con las temperaturas extremas del verano. Mientras sus compañeros los
pimientos arquean las hojas y sufren cuando el sol aprieta y las temperaturas
se acercan a los 40ºC, en las berenjenas no se aprecian síntomas de deshidratación
en ningún momento del día.
Y una de las cosas que han propiciado estas berenjenas es un riego por goteo
cada 2 días, pero un riego muy copioso que empapaba la tierra llegando a encharcarla.
Luego las altas temperaturas de este verano secaban la tierra rápidamente y
obligaban a las raíces a extenderse, una vez la tierra estaba completamente
seca era cuando se volvía a regar.
Llevamos desde julio recolectando berenjenas casi a diario y espero poder
seguir así hasta que lleguen las primeras heladas.
miércoles, 6 de septiembre de 2017
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