Su germinación es rápida y le encanta el sol, por ello como mejor crece y fructifica es cuando recibe una exposición directa de sol.
El riego por goteo funciona a la perfección ya que sus raíces no se extienden muchos y el goteo mantiene tan solo esa zona húmeda ahorrando agua.
El acolchado a permitido que la zona quede libre de hierbas y que los calabacines no se apoyen directamente sobre la tierra estropeándose. Sus grandes hojas dan sombra a los frutos protegiéndolos de el fuerte calor.
Desde mayo que estamos recolectando calabacines, pero es un cultivo muy propenso a los hongos y a enfermedades como el mildiu.
Por ello cuando llega agosto y el bancal se encuentra en plena producción, con matas de tomates muy altas, con mucha vegetación y con riegos a diario, se convierte en un lugar ideal para la proliferación de la araña roja y el mildiu. El oídio terminará por acabar con su ciclo.
Por ello este año doy por concluido el cultivo de calabacines. Hoy los he recogido y he arrancado las matas que terminaran en el compostador.
Creo que tal vez seria mejor escalonar su siembra para que no todas las matas comiencen a dar frutos a la ves, así se conseguiría alargar más el ciclo de recolección.
Aquí todavía están en plena producción y las calabazas muy verdes. Cómo se nota la diferencia de clima. Un beso
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