En esta zona los inviernos suelen ser como dicen moderados,
eso significa que aunque hace frio es raro que las temperaturas se acerquen
a los 0 grados y el interior de la casa
no suele bajar de los 15ºC. Pero en el invierno se hace necesario algún método
para calentar la casa.
Desde hace miles de años los hombres han utilizado el fuego
para calentarse, la materia prima necesaria para hacerlo es la madera. Depende
de la madera utilizada, de su grosor y de su estado conseguiremos más o menos
calor.
Sobre eso también hay manías, si la de encina es mejor, si algarrobo, naranjo o carrasco. Si
es mejor combinar pino al inicio para añadir luego troncos más grandes de
leña como algarrobo, encina o almendro.
Las maderas muy duras como el almendro, la encina o el haya
producen mucha brasa que mantendrá más tiempo el calor, otras como el pino
produce mucho calor al principio pero se consume rápidamente.
Lo que queda claro es que la leña que utilicemos tiene que
estar seca, si contiene mucha humedad (se ha cortado recientemente) se quemará
más lentamente pero producirá menos calor, si está muy seca dará mucho más
calor pero se consumirá rápidamente.
A mí una de las que más me gusta es la de naranjo, consigues
un buen poder calorífico y su olor es muy agradable.
Al principio empezamos con una estufa pequeña de leña, en
ese tiempo íbamos al bosque y a los campos de algarrobos a buscar leña caída y restos de podas. La
cargábamos en el coche y la traíamos, era toda una excursión.
Luego mi padre construyo la chimenea, permite poner troncos
grandes, su calor es directo y la intensidad del fuego se controla en función
de la leña que le aportes. Pero al estar abierta algo de humo termina en el
ambiente y hay que tener especial cuidado de que chispas que salten no puedan
terminar quemando nada que se encuentre cerca.
Pero hace ya años que pusimos en la casa calefacción de
gasoil, consigue calentar toda la casa de manera uniforme y rápida. Es muy cómodo pero más caro.
Por ello en los días de más frio nos gusta encender la
chimenea, se consigue un apoyo para la calefacción ahorrando consumo y su calor
es especial.
El fuego acompaña y su olor y el sonido que produce hacen
mejor la estancia, me encanta quedarme mirando el fuego.
Es una manera de aprovechar los restos más grandes de poda,
convirtiéndolas en calor y cenizas que
volverán al huerto para cultivos como los ajos que tanto lo agradecen.
Que bonita la chimenea!!
ResponderEliminarMe encanta encender la chimenea siempre que hace frío y cuando me pongo a mirar la llama es como un relax total. Saludos y abrazos para quitar el frío.
Hola Candela! Es cierto, como relaja mirar el fuego. Trasmite tranquilidad y calma.
EliminarUn beso.
Hola KI SI, a mi me encanta mirar las llamas y como se esta muy calentito me entra una pereza que no puedo con ella. Un beso.
ResponderEliminarHola Lola! A mi me gusta acercar el sofa y ver la tele junto al calor de la chimenea, que bien se está.
EliminarUn beso muy grande.
Me encanta estar al rededor el fuego y contar historias. Gracias por los recuerdos. Besos.
ResponderEliminarHola Teresa! Que bonito lo de contar historias junto al fuego.
EliminarUn beso enorme para tí.
¡Magnífica tu chimenea, Kisi!
ResponderEliminarA mi también me gusta estar junto al fuego, sentir el crujir de la leña y el calor que proporciona mucho mejor que la calefacción y una buena manera de deshacerse de los restos de poda, como has dicho.
Un beso grande, que te de calorcito ;)
Hola Montse, el calor que proporciona es especial, a mi tambien me gusta, por eso aunque tengo calefacción me gusta encenderla siempre que puedo.
EliminarUn besazo muy grande para tí tambien.
Hola! Qué gusto da estar al lado de la chimenea en estos días tan fríos! La semana pasada en Galicia tuvimos temperaturas de -4º y mi chimenea siempre encendida. Un saludo
ResponderEliminarHola Tania! Se esta muy agusto junto al fuego. Que frio por tu tierra! he estado varias veces y me encanta, aunque soy mas de secano.
EliminarUn beso.