Al mirar al ciruelo observo un punto blanco, al acercarme veo una sola flor. Las yemas comienzan a hincharse, síntoma de que la sabia vuelve a circular. Todavía no hay brotes nuevos ni siquiera hojas. Pero esta flor nos indica que el ciruelo ya sabe que el invierno acaba, que las temperaturas y sobre todo que las horas de luz ya son las adecuadas para poder dar fruta.
Le doy un riego copioso para que sus raíces puedan empezar a coger los nutrientes del estiércol aportado este invierno.
Se trata de un ciruelo de la clase Golden Japan que da unas ciruelas amarillas sabrosísimas. Tiene más de 10 años de edad y cada año se llena de ciruelas.
Ahora toca disfrutar de su preciosa floración, flores de un blanco rosado con 5 pétalos y puntas redondeadas.
martes, 15 de marzo de 2016
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Las flores del ciruelo son preciosas, a mi me encantan. Lo tienes a punto de ponerse lleno de flores y luego de ricas ciruelas!!
ResponderEliminarMuchos besos.