Una de los cultivos que no pueden faltan en invierno en el huerto son las lechugas. Su cultivo es sencillo con crecimiento lento y no requiere de grandes cuidados.
Para conseguir tener lechugas todo el invierno y primavera lo mejor es realizar un semillero, en el iremos colocando semillas y una vez crezcan las lechugas las repicaremos a su lugar definitivo.
De esta manera adelantaremos su germinación y crecimiento inicial, luego las plantaremos en el huerto y crecerán hasta su recolección.
Aprovecho el semillero de exterior, el plástico hace que la temperatura interior supere los 36ºC en estos días y por las noches la temperatura no baja tanto como en el exterior.
Si queremos disponer de lechugas todo el año la siembra tendrá que ser gradual. Colocamos unas semillas y trasplantados cuando crezcan, así todo los meses.
domingo, 20 de septiembre de 2015
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