La memoria es muy corta, siempre nos parece el verano más caluroso, la peor lluvia que recordarnos o el invierno más frio de todos.
Por ello la importancia de apuntar los datos, las temperaturas, los avances y todo lo que rodea a los cultivos. Yo lo aprendí hace muchos años, utilicé una agenda y cada fin de semana apuntaba la evolución de la huerta y las cosas realizadas. Estuve unos 10 años apuntando fechas de plantación y recolección, evolución de lo plantado y datos de temperaturas , heladas y lluvias.
Luego llegó el blog y se convirtió en una herramienta fundamental para seguir aprendiendo y mejorando cada cultivo.
Es un método que me parece muy de ahora. Sin embargo nada más lejos de la realidad.
Este fin de semana visite una bodega de vino, estaba construida a finales del siglo XIX. Durante todo el siglo XX tuvo una gran actividad y actualmente se dedica al vino ecológico.
Viendo una vitrina dentro de la bodega descubrí unos apuntes de 1915 donde apuntaban datos de cosechas y recolecciones. Luego había una libreta del año 1963
donde a modo de diario estaban apuntados las temperaturas y las condiciones de los viñedos así como las uvas. También habían bastantes fotos en los que aparecían distintas fases del proceso desde la recolección de la uva hasta el embotellado.
Me hizo reflexionar sobre la importancia de apuntar para posteriormente poder recordar y aprender de los aciertos y fallos cometidos en cosechas anteriores.
La importancia de apuntar y fotografiar para que otras personas vean y aprendan de nuestro trabajo.
Llegue a pensar que esto era cosa de nuestro siglo, de nuestra tecnología y de nuestra cultura.
Pero al visitar esta tierra de vinos en el campo de Requena- Utiel me di cuenta que hace más de 100 años que alguien como yo ya apuntaba la evolución de sus cosechas.
martes, 11 de agosto de 2015
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Cierto Kisi que es muy importante registrar las cosas ya que la memoria es muy limitada. Espero que estés pasando un buen verano. Un abrazo
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