Lo primero que llama la atención de las judías es su largo tallo que crece y crece levantándose de la tierra y buscando algún soporte o tutor para enrollarse a el. Da igual que el tutor lo coloquemos a la derecha o la izquierda, delante o detrás de la judía, el tallo terminará encontrando al tutor para trepar a través de el. Si esta lejos crecerá por encima de la tierra para terminar por encontrar el soporte por el cual crecer.
No hace falta realizar ninguna ayuda, el solo se dirigirá hacia el tutor y comenzará a enrollarse a través de él en el sentido contrario a las agujas del reloj.
Subirá a través del tutor buscando siempre la parte más alta en un movimiento circular y se irá adhiriendo al tutor lo suficientemente fuerte para evitar que el viento o la lluvia lo arranquen.
Permanecerá adherido a el durante todo su ciclo y al morir la planta será necesario arrancarla del tutor.
Con ello consigue encontrar la mejor luz y aire fresco, se aseguraran que las hierbas no les molesten y sus frutos quedaran colgados del tutor lejos de los insectos terrestres.
lunes, 9 de septiembre de 2013
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Graciosísima esa imagen de la judía enroscada!
ResponderEliminarUn besito, Kissy.