El sol hace que durante el tiempo que no sopla el viento se este bien en la huerta y apetezca estar fuera de casa.
Las matas de guisantes siguen creciendo, están llenas de flor y ya es posible ver las primeras vainas de guisante.

Se riegan una vez a la semana y su altura ya ha superado la tela metálica que tiene un metro de altura.

Queda pendiente limpiar las hierbas que han crecido alrededor de los guisantes.
Solo espero que las temperaturas no bajen por debajo de los-3ºC ya que a partir de esta temperatura se hielan.
He colocado una trampa amarilla que me sirve para poder controlar la moscas y pulgones que pueden atacar tanto a los guisantes como a las habas. No he vuelto a ver ningún ataque de minadores de hojas.
El estado de las matas de guisantes es muy sano.

Que suerte tienes, con lo que me gustan y yo este año no sembré. Un abrazo.
ResponderEliminarHola Teresa! Cuando los plante no tenia ninguna esperanza, los últimos años habia sido un fracaso. Casi habia tirado la toalla.
ResponderEliminarUn beso.