La almendra viene envuelta por una cáscara aterciopelada, a finales de septiembre esa cáscara se abre y se cae dejando la almendra a la vista. Es el momento de su recolección.
La recolección es completamente manual, recogiendo una a una aquellas que permanecen en las ramas más bajas y vareando con una caña aquellas que quedan en la parte más alta del árbol.
Una vez recolectadas se terminan de pelar aquellas que todavía conservan su cáscara y se dejan para que terminen de secarse.
Estas almendras durarán todo el año y las utilizaremos para salsas y usos culinarios.
martes, 16 de octubre de 2012
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