De las dos parras una de ellas se utilizó durante muchos años como pérgola para comer debajo de ella, en aquel entonces la casa todavía no estaba terminada y los veranos los pasábamos debajo de la parra para comer y cenar.
La otra parra la planto mi abuelo y está creció a lo largo de la valla sirviendo en verano de tapiz para no ser visto a través de la valla.
Como no quiero que crezca en exceso he quitado muchos ojos dejando entre 3 y 5 ojos por rama.
La parra que esta en pérgola la he podado dejando menos ojos entre 2 y 3 por brote nuevo, ya que quiero evitar estar en verano constantemente cortando brotes que molestan o que invaden el laurel.
Una vez terminada la poda le he aplicado un tratamiento con aceite de verano+ oxicloruro de cobre para tratar aquellas plagas que permanecen en las ramas y troncos durante el invierno.
Kissy, el trabajo de la poda es el tema de estos días, yo también he estado haciendo algunas.
ResponderEliminarLo bueno es que ese trabajo es una beneficio para las plantas y lo agradecen brotando de nuevo en primavera.
Un besito.
Me encantan las parras, lástima que sean tan propensas a las plagas. Que tengas suerte con ellas el año que viene. Un abrazo
ResponderEliminarhola Montse! A mi la poda me gusta, cada año sigo aprendiendo ya que es una tecnica dificultosa y cada arbol requiere su manera.
ResponderEliminarUn abrazo.
hola Dorisalon! Es cierto que las parras son muy propensas al ataque de todo tipo de plagas. Pero su fruto compensa todo el trabajo
ResponderEliminarUn abrazo