Durante todo el invierno el hueco a permanecido vacío para que las raíces que quedaban de la palmera se pudriesen y la tierra se oxigenara.
Después de mucho mirar y leer sobre el arbol que mejor le vendría a este lugar la decisión quedaba en manos de dos arboles: un abeto o el árbol de la vida.
Tenían que cumplir una serie de requisitos:
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Tiene que ser de hoja perenne ya que ya tengo suficiente faena en otoño con recoger las hojas del nogal.
Su crecimiento tiene que ser lento para que las raíces y las ramas no invadan el porche.
Thuja orientalis de la variedad aurea nana
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El tronco presenta una corteza agrietada marrón rojiza, que tiende a desprenderse con el crecimiento del ejemplar. La copa tiene poca densidad porque las ramas crecen en sentido horizontal y el follaje es de volumen reducido. Las hojas son estrechas, puntiagudas y de color verde claro.
Despide un olor afrutado agradable, que se hace patente al apretarla entre los dedos.
Con el tiempo frío presenta colores que pasan del ocre y café claro. En otoño desarrolla una tonalidad marrón en las hojas, recuperando el verdor en primavera.
Buena eleccion, ademas tiene un color muy agradable!
ResponderEliminarSaludos